Se entiende que si se trabaja por objetivos es necesario que haya un horario flexible, aunque sea dentro de unos parámetros, como franjas horarias para entrar y salir del trabajo, y también un mínimo de horas de trabajo, y también unas tareas concretas para poder conseguir los objetivos que se marquen. Aunque empresarialmente hablando también se puede tener en cuenta que si alguien consigue estos objetivos con pocas horas, significará que esta persona tiene una gran capacidad de trabajo y puede aportar mucho a la organización.
Pero a veces el trabajo por objetivos puede significar hitos muy complicadas de conseguir dentro de un horario laboral estándar, y puede implicar tener que hacer muchas más horas sin que estén remuneradas, y también puede llevar implícita la problemática de como se mide la productividad de la plantilla, si los objetivos requieren tantas horas adicionales para conseguirlos.
Y en el otro extremo se pueden dar casos de personas que hacen sus horas de trabajo, o incluso más, pero que no tienen marcados los objetivos que deben alcanzar, y esto puede hacer que no sean suficientemente efectivos en su trabajo, ya que tampoco tienen claro la dirección que deben seguir.