El uso excesivo del teléfono móvil en el trabajo es un tema que preocupa cada vez a más empleados y empleadores. Según las estadísticas, dedicamos de media cinco horas diarias al teléfono móvil, y este tiempo coincide a menudo con nuestra jornada laboral. Además, se ha señalado que los españoles perdemos aproximadamente el 30% de nuestra jornada laboral a causa de distracciones, y la mitad de estas distracciones son culpa del smartphone, según un informe de Vogue Business.
Los especialistas en recursos humanos y derecho laboral argumentan que un despido relacionado con el uso del smartphone en el trabajo generalmente sólo es posible cuando la empresa ha establecido y comunicado claramente un protocolo respecto al uso de estos dispositivos. Esto significa que, si la empresa tiene reglas específicas sobre el uso de teléfonos móviles durante las horas de trabajo y un empleado las incumple de forma reiterada y grave, podría hacer frente a consecuencias laborales, que podrían incluir el despido.
Sin embargo, es importante destacar que no todas las empresas tienen políticas claras en este sentido. Algunas pueden ser más permisivas, mientras que otras pueden ser más estrictas. Por tanto, es fundamental que los empleados conozcan las normas de su empresa y las respeten para evitar problemas.
Además, es importante recordar que el uso del teléfono móvil en el trabajo no sólo puede afectar a la productividad, sino también a la imagen profesional. Mirar constantemente el teléfono durante reuniones o en momentos importantes puede dar la impresión de desinterés o falta de compromiso en el trabajo.