De esta manera se puede utilizar esta información en positivo, para mejorar la productividad de la plantilla favoreciendo la autonomía de cada persona, y la capacidad de gestionar las horas de trabajo según el proyectos que esté llevando a cabo, siendo capaces de controlar la gestión del tiempo y también las prioridades.
Todos estos datos pueden servir también para que cada trabajador/a pueda saber con que es más productivo/a, y por tanto pueda elaborar un DAFO profesional, que sirva para que conjuntamente con la empresa, puedan potenciar al máximo sus fortalezas y buscar sistemas para reducir las debilidades.
Con toda esta información la organización puede tomar decisiones más efectivas, y asignar con mucho más criterio las tareas y responsabilidades a cada persona, teniendo en cuenta los trabajos en las que más destaque, y en las que más productiva sea. Al mismo tiempo, también se pueden organizar mucho más equilibradamente los equipos de trabajo, para que se compensen las fortalezas y debilidades de cada miembro.
Sabiendo exactamente la participación de cada trabajador/a en los proyectos, se pueden evitar sobrecargas de trabajo y desgaste de la plantilla, lo que seguro que hará aumentar la productividad y la eficiencia empresarial.