Esta mortalidad empresarial tan grande que existe en España, es un problema muy importante, y sobre todo si se compara con los demás países europeos, según los datos de Eurostat, que estudian la evolución de la mortalidad de las empresas creadas de 2014 hasta el 2019.
Algunas fuentes de Cepyme, consultadas por el medio digital elEconomista, consideran que el problema del tejido industrial español es que es menor que el de otros países europeos, y que además está atomizado, ya que el 94% son microempresas con menos de 10 trabajadores, lo que las hace menos productivas y competitivas, y por tanto, se arrastra la productividad del país hacia abajo.
Mirando a los países europeos, solo Finlandia y Dinamarca tienen un mayor porcentaje de mortalidad empresarial durante los primeros cinco años de vida, el resto de los grandes países del viejo continente, así como la media europea, tienen una mayor permeabilidad en su tejido empresarial.
Concretamente el país europeo en el que más empresas sobreviven durante los primeros 5 años es Bélgica, con un 52% del total, seguido por Portugal con un 51,4%, la República Checa con un 51% y Francia con un 48,1 %.