Esta medida tiene como objetivo disminuir de 40 a 37,5 horas semanales la jornada máxima legal de trabajo para el 2025, con la posibilidad de estudiar nuevas reducciones en los años posteriores. Sin embargo, las dudas sobre los efectos en la economía y el empleo de esta medida, decidida al margen del diálogo social, son numerosas y merecen un análisis detenido.
El enfoque de Yolanda Díaz y la propuesta de reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales sin reducción salarial, se basa en la idea de mejorar la calidad de vida de los trabajadores y fomentar un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal. Esta medida es vista como una forma de adaptar el mercado laboral a las necesidades cambiantes de la sociedad, especialmente después de la pandemia de COVID-19. Sin embargo, es crucial examinar los posibles efectos económicos y laborales de esta decisión.
Para evaluar la viabilidad de esta propuesta, podemos observar los resultados de estudios académicos que han analizado las reducciones de la jornada laboral implementadas en otros países europeos en las últimas décadas. Estos estudios sugieren tres efectos principales que podrían derivarse de esta medida:
1. Aumento de los costes laborales: Una reducción de la jornada laboral sin reducción salarial implica que, para mantener la misma producción, las empresas deben contratar a más trabajadores o invertir en automatización. Esto comporta un aumento en los costes laborales para las empresas, lo que podría afectar a su rentabilidad.
2. Más problemas para la creación de empleo: El aumento de los costes laborales puede hacer que las empresas sean más reacias a contratar a nuevos empleados, lo que podría dificultar la creación de empleo en un momento en que el país lucha por reducir las tasas de desempleo.
3. Traslado de costes a los precios: En muchos casos, las empresas pueden optar por trasladar los aumentos de costes a los precios de sus productos o servicios. Esto podría contribuir a una mayor inflación y afectar negativamente al poder adquisitivo de los consumidores.
Además, los sindicatos también expresaron el deseo de que se implemente una reducción de la jornada laboral para todos los trabajadores sin afectar a sus sueldos. Éste es otro punto de discusión importante que hay que abordar en cualquier medida que busque cambiar la normativa laboral en el país.