La jornada laboral de 4 días fue uno de los grandes debates en el mundo laboral, con Islandia a la cabeza, ya que aplicó uno de los mayores experimentos que nunca se habían hecho, aunque acabó teniendo algunos inconvenientes, pero que ha servido de ejemplo para que empresas como Telefónica o Desigual empiecen a aplicar este modelo.
Hay un análisis realizado por Harvard Business Review que concluye que la jornada laboral de 4 días volverá como uno de los incentivos que pueden aplicarse por la guerra de los talentos más demandados, y que puede pasar a ser un condicionante más cuando el sueldo no cubre todas las expectativas.
Parece ser que si los sueldos aumentan, el tiempo de ocio pasa a ser más valioso y atractivos para los trabajadores/as, y si además no todas las empresas pueden ofrecer sueldos astronómicos, y como guinda si se suma la gran inflación que se está experimentando en estos momentos, se podrá ver que algunas empresas ofrezcan semanas laborales de 32 horas con la misma retribución, como una nueva forma de competir para conseguir el talento laboral.
El gran debate de todo esto está en la reducción o no del sueldo, ya que si esto ocurre, hay quien lo considera una reducción de jornada, y en caso de que el salario no se reduzca, también hay quien plantea si las empresas serán igual de productivas.