El 42% de los profesionales encuestados, declaran que quieren trabajar en una cultura empresarial que les inspire a dar lo mejor de sí mismos, en la que puedan mantener su autonomía en sus proyectos, y un reconocimiento que vaya más allá del sueldo.
Este tipo de empresas no tienen un gran número de trabajadores, por tanto las personas que trabajan deben estar dispuestas a realizar más tareas de las estrictamente marcadas por su puesto de trabajo, esto hace que aumente la versatilidad de este tipo de trabajadores. trabajadores/ras.
Y aunque es posible que las start-ups no ofrezcan sueldos tan elevados como las empresas tradicionales, ofrecen la posibilidad de trabajar en un entorno diferenciado y lleno de retos, que en la práctica es un constante desafío y por tanto un aprendizaje muy profundo , en entornos muy cambiantes.
En un momento como el actual, debe tenerse en cuenta que la verdadera innovación no se puede dar si no hay empleados y empleadas altamente capacitados, y que tengan las habilidades, y las herramientas tecnológicas adecuadas para poder crear y diferenciarse.
Dado que las start-ups suelen estar dirigidas por un pequeño equipo de trabajo que colabora muy estrechamente, su cultura suele ser el reflejo de las pasiones y personalidades del equipo fundador, y en la mayoría de los casos, cada individuo que trabaja en una start up contribuye a este tipo de cultura empresarial.