Esta medida genera reacciones diversas: algunas empresas la ven como una complicación más en su gestión diaria, mientras otras la consideran una oportunidad para mejorar la transparencia y garantizar un mejor control del tiempo de trabajo. Lo que está claro es que la adaptación será imprescindible para evitar sanciones, que se prevé que sean significativas en caso de incumplimiento.
¿Cómo afecta esta normativa a las empresas?
Con la obligación de llevar un registro horario digital, las empresas que todavía utilizan sistemas manuales, como hojas de Excel o registros en papel, tendrán que actualizarse a soluciones digitales que permitan un control en tiempo real. Además, este registro deberá ser accesible telemáticamente por la Inspección de Trabajo, lo que supone un reto técnico para muchas pymes y autónomos con asalariados.
Los beneficios de esta medida pueden ser múltiples si se implementa correctamente. No sólo garantiza un control efectivo de la jornada laboral, sino que también ayuda a evitar fraudes horarios y fomenta un equilibrio más justo entre la vida laboral y el personal de los trabajadores.
¿Cómo adaptarse sin complicaciones?
La clave está en elegir un sistema que sea sencillo, eficiente y económico. Aquí es donde entra en juego timenet, una solución digital pensada para facilitar la adaptación a la nueva normativa sin que suponga una carga adicional para las empresas.
- Fácil de implantar: Sin necesidad de infraestructuras complejas ni grandes inversiones.
- Flexible: Apto para cualquier modelo de trabajo, ya sea presencial, remoto o híbrido.
- Cumplimiento normativo garantizado: Adaptado a las exigencias legales, evitando riesgos y sanciones.
- Control total y en tiempo real: Registra todas las horas de entrada, salida y pausas, permitiendo una gestión eficiente de la jornada laboral.
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