Por encima del salario, lo que la gente quiere es un modelo de trabajo flexible que les permita equilibrar mejor su vida laboral y personal. En este sentido, empresas como BBVA, Repsol y KPMG ya han implementado con éxito el trabajo híbrido, permitiendo a sus empleados trabajar de forma remota una parte del tiempo. Este modelo no sólo ha mejorado la productividad y el compromiso, sino que también ha reducido la rotación de personal. Los datos hablan claro: el 74% de las empresas que han adoptado su trabajo híbrido han obtenido resultados positivos, con un aumento de la productividad y una mayor fidelización de las plantillas.
Lo que está en juego no es sólo el salario, sino la salud mental y el bienestar de las personas. Por tanto, la solución no está en más dinero, sino en establecer modalidades laborales que permitan a los trabajadores disfrutar de su trabajo sin perderse en el proceso.