Parece ser que esta depresión no suele durar más de 2 o 3 semanas, y que la causa más directa es que existe una disonancia entre la desconexión y satisfacción que sentimos durante las vacaciones, y la presión, estrés y vuelta a la rutina que experimentamos cuando volvemos al trabajo.
Sin lugar a dudas el grado de motivación que cada persona tiene por su trabajo tiene una relación directa con todas estas sensaciones, y si esta motivación es muy elevada, todos estos síntomas serán mucho más leves, y en algunos casos quizás ni siquiera se notarán.
A nivel práctico y empresarial, existen herramientas para gestionar el tiempo, las personas y los proyectos, como timenet, que permiten aplicar algunas medidas intentar hacer más leve esta vuelta al trabajo y minimizar la depresión post vacacional:
- Volver otra vez al trabajo escalonadamente, una posibilidad sería empezar a media semana, en lugar de hacerlo al principio.
- Potenciar y elevar el grado motivación por el trabajo que cada uno desarrolla, de modo que se adjudican tareas que permitan que cada persona pueda cumplir sus objetivos profesionales.
- Tener los proyectos y tareas a realizar bien definidos, programados y organizados, de modo que cada persona tenga muy claro cuál es su rol, así como su carga de trabajo.
- Marcar claramente las prioridades, lo vital y requiere atención prioritaria, y los tiempos de entrega o timmings de los proyectos.
- Fomentar un ambiente de trabajo favorable y positivo, intentando que exista una relación de compañerismo entre todos los integrantes del equipo.
- Potenciar la flexibilidad horaria, facilitando la recuperación de la rutina, así como la conciliación personal y laboral de cada persona.