Recientemente ha habido una controversia con los trabajadores de Telepizza que ha acabado en el Tribunal Supremo, y es que en este caso la empresa obligó a los trabajadores a utilizar sus propios teléfonos móviles para poder marcar en todo momento su geolocalización.
En la sentencia que ha emitido el Tribunal Supremo sobre este caso, queda claro que el problema a día de hoy no está en la geolocalización, y lo argumenta de la siguiente manera: "No está negando que sea una medida legítima para determinados fines o que con ella no se vaya a evitar un déficit comercial competitivo, en un momento en que, ciertamente, este sistema de prestar el servicio a el cliente se extiende en este y otros sectores sino, simplemente, que lo que ella ha implantado no supera los criterios constitucionales ni legales, cuando hay otras formas de ejecutar este sistema que no sea este".
El principal problema radica en la utilización del móvil personal para geolocalizar el lugar en el que se está trabajando en cada momento, y de hecho este planteamiento está completamente alineado con la reciente Ley sobre el teletrabajo, que deja claro que el empresario debe poner a disposición de la persona trabajadora todas las herramientas que necesite para el desarrollo de su tarea, incluyendo un smartphone si es necesario.