Para poder explicar este fenómeno es necesario remontarnos años atrás, cuando los jóvenes que eran considerados con una buena calificación compensaban su falta de experiencia con una actitud entusiasta, y aceptaban salarios bajos.
Pero la generación de jóvenes post pandemia no aceptan bien este modelo, y lo expresan de forma mucho más contundente, especialmente los que trabajan en sectores como el tecnológico, el financiero o el de marketing, que hasta hace poco mantenían una alta demanda de mano de obra.
Todos estos movimientos están originando un “choque generacional”, puesto que según datos de un estudio elaborado por la plataforma ResumeBuider entre directivos y jefes con responsabilidades, a la hora de contratar, el 74% considera que la “Generación Z” es la peor franja de edad para trabajar, y la mitad encuentra serios problemas para hacerlo en su día a día.
Esto se traduce en que más de la mitad de los jefes encuestados, un 59% ha tenido que despedir a un GenZ, aunque el 46% afirma que la opción más común para deshacerse de ellos es “ soltarlos” (es decir, ni siquiera hacer el intento de hacer una contraoferta en caso de dimisión), porque no les tiembla nada el pulso a la hora de despedir. De hecho un 20% de estos despidos se realiza en menos de una semana, y otro 27% sólo espera un mes.