El descenso del 4,2% en las horas trabajadas significa que, para mantener el mismo nivel de actividad, las empresas tendrán que incrementar su plantilla o pagar más horas extras. En un sector como la hostelería, altamente intensivo en mano de obra y con un peso muy importante de los costes laborales en la cuenta de resultados, este incremento puede desestabilizar la rentabilidad de los negocios.
Además, debe tenerse en cuenta que el margen para adaptarse es limitado. Reducir horarios de apertura para ahorrar horas puede entrar en conflicto con los hábitos de los clientes, especialmente en un país en el que se valora poder ir a comer o cenar a horas flexibles. Tampoco es fácil repercutir el aumento de costes en el precio final: en un contexto de inflación e incertidumbre económica muchos establecimientos prefieren mantener los precios para no perder clientela.
Ante este escenario, la clave estará en cómo se implemente la reducción y en qué espacio se negocien las condiciones. Será fundamental que este cambio se debata y se acuerde dentro de la negociación colectiva, donde empresas y trabajadores puedan valorar conjuntamente cómo adaptarse sin perjudicar a ninguna de las partes.
Es aquí donde herramientas como timenet resultan fundamentales. Nuestro sistema de registro de jornada y gestión de proyectos permite gran flexibilidad y versatilidad, dos cualidades imprescindibles para hacer frente a esta nueva etapa. timenet permite gestionar turnos, controlar las horas reales trabajadas y adaptar rápidamente la planificación a las nuevas necesidades del negocio.
Con informes claros, acceso desde cualquier dispositivo y una gestión sencilla de horas extras, ausencias y calendarios, timenet ayuda a las empresas a tomar decisiones informadas ya mantener el control, incluso en contextos cambiantes como éste.